domingo, 23 de marzo de 2014

UN EQUIPO DE PROFESIONALES, CADA UNO CON RESPONSABILIDADES ESPECÍFICAS: Panificadora y Negocios "El Molino SRL"

Alfredo Cárdenas del Carpio formó una asociación con dos amigos para iniciar su empresa panificadora. El orden y la planifi cación han sido las principales estrategias que le han permitido mantenerse ya 13 años en el mercado. 

En 1992 no reunimos tres personas; un ingeniero industrial, un contador y un economista con el objetivo de crear una empresa. Convencidos de que para iniciar un proyecto es necesario conocer el entorno y la ciudad donde se realizará, hicimos un pequeño estudio de posibilidades. Así nos dimos cuenta que en Talara existía un mercado cautivo desatendido: el de las panaderías.

La empresa inició sus operaciones el 4 de julio de 1992 en un local que quedaba en la Av. G-55, en Talara. En un principio el único canal de distribución era el propio local, pues nuestra capacidad de producción se vio rápidamente rebasada impidiéndonos implementar otro sistema distributivo. Sin embrago, cuando adquirimos el horno con mayor capacidad se nos presentó la oportunidad del reparto de nuestros productos a las bodegas de toda la ciudad de Talara. Eso nos permitió captar clientes en las zonas alejadas a nuestra panadería.
Tiempo después, debido a la competencia y a la cercanía de nuestros puntos de venta, decidimos cerrar las sucursales. Actualmente los canales de distribución que tenemos son: la tienda principal, el reparto a bodegas y servicio de delivery de pastelería. Además ampliamos nuestras ventas con productos afines o complementarios como jugos, leche, queso, jamón, etc.

Ante la acogida del público de Piura, decidimos aplicar la misma estrategia de marketing que había tenido éxito en Talara después de la inundación: apertura de sucursales y reparto a bodegas. Igualmente manejamos tres canales de distribución: la tienda, la venta en bodegas y delivery. 
Pero la competencia se hizo más fuerte multiplicándose las empresas productoras de pan. Este hecho hizo que el nivel de ventas en las sucursales bajara, lo que nos obligó a cerrar la sucursal del distrito de Miraflores. Paralelamente, convertimos la tienda principal de Piura en un centro de producción de pan caliente.





Esta decisión nos ha dado buenos resultados. En un futuro, la sucursal de Santa Isabel se implementará con maquinaria industrial para que pueda convertirse en un centro de producción adicional.

El principio fundamental para el éxito de nuestra empresa es la buena fe de sus socios. Esto toma especial importancia cuando se trata de personas que tienen distintos enfoques e ideas.

“Siempre hay que tener un plan de contingencia, tanto en el caso de que el proyecto crezca como en el caso de que se paralice”.







DE PESCADORES Y AGRICULTORES A PROPIETARIOS DE UN RESTAURANT: Restaurante "La Isla"


La pesca de especies con alto valor, es una de las actividades principales del departamento de Piura. Así, la región tiene fama también por su buena cocina, sobre todo en base a pescados, mariscos y múltiples productos marinos. De estos dos aspectos se valió María Fiestas y su familia para crear su restaurante “La Isla”. 

Ella nos cuenta...
Nuestra familia ha estado siempre ligada al mar y a la agricultura. Siempre nos llamó la atención que el principal mercado de los productos marinos que extraían mis hermanos era el de restaurantes, lo que nos hacía pensar en que esa era una actividad en la que nosotros también podíamos participar.

Gracias a los resultados de una buena campaña de algodón en la parcela de mi madre, se juntó un pequeño capital como para hacer un negocio. Fue en ese momento en que la familia decidió poner un restaurante, de esa manera aprovecharíamos los productos de la pesca, en vez de venderlos a terceros. 


Tras pensar en muchos nombres como Estrella del Norte y Akundú, mi madre sugirió “La Isla”, por que nuestro restaurante se especializaría en platos a base de productos marinos. La inauguración de “La Isla” fue el 28 de noviembre de 1991, y nuestro primer chef fue Pepe Ahumada. El negocio lo iniciamos con sólo seis mesas alquiladas.

Al comienzo eran los amigos nuestros principales clientes, pero al fi nalizar la segunda semana ya teníamos una variedad de clientes importante. 



Con la idea de ofrecer más variedad de platos a nuestros clientes, empezamos a realizar, cada cierto tiempo, experimentos culinarios para descubrir nuevas combinaciones y sabores. Esas sesiones especiales de cocina, nos han dado buenos resultados y los nuevos platos han gustado mucho a los clientes.







Uno de los aspectos que siempre hemos tenido presente es trabajar en función de la satisfacción del cliente. Para lograrlo, constantemente renovamos nuestro menú para no aburrirlos. Además, nos esforzamos para que el personal esté capacitado y motivado, tanto en la preparación de los alimentos como en la adecuada atención al público.


La preparación de un plato toma en promedio menos de 15 minutos, dependiendo de cada receta.







“La Isla” ha obtenido diversas distinciones. Nuestro mayor reconocimiento es haber conseguido durante tres años consecutivos (1997, 1998 y 1999) el primer premio “Merlín de Oro” con los platos Mero a la Isla, Langosta a la Reina y Mero en Salsa de Naranja. 

Nuestro objetivo es consolidarnos como una cadena de restaurantes que abarque tanto los principales destinos turísticos nacionales como varias ciudades en el extranjero.

lunes, 17 de marzo de 2014

Un caso exitoso: CHIFLES EL AYABAQUINO



“El Chifle se prepara por tradiciones en nuestro Piura; resulta de los plátanos verdes los mas grandes y bien lavados, pelados y cortados en rodajas muy finas y ovaladas, mientras se calienta el aceite en la sartén”, según su web.

 Hoy “El Ayabaquino” cuenta con más de 25 productos piuranos muy aceptados como camotes, algarrobina, natillas, etc. Tres años atrás obtuvo reconocimientos importantes como el del Premio a la calidad en Suiza y ser considerado como la “Empresa Peruana del Año” por la Asociación Civil de Empresa Peruana del Año. Hoy, es uno de los 10 casos empresariales de MYPE (mediana y pequeña empresa) más importantes del país. 



Nació en el caserío Ollería, ubicado en Ayabaca, y jamás pensó que años después su negocio tendría tanto auge. Desde 1999, “El Ayabaquino” tuvo que trabajar duro; pelear a diario contra informales; hoy cosecha éxitos.














Tanto así que en la actualidad es considerado como el Rey de los Chifles en Piura. Pues llega a vender en la ciudad del eterno calor más de 2 mil plátanos convertidos en chifles diarios; además de exportarlos a Estados Unidos, Bélgica y Méjico.